22 de junio de 2008

11 de junio de 2008

Cuento Corto: "Un sueño, la Republica Argentina"- de Rosana Silvera

Hace unos días tuve un sueño. Soñé con un salón de Coronel Suarez, muy parecido al de los Empleados de Comercio. Había unas 1000 sillas de diferentes colores, unas 200 de color rojo, otras 200 de color azul, 200 más de color verde, 200 de color negro y 200 de color amarillo. En este sueño la gente iban ingresando con cartelitos identificatorios, entraron los primeros y se ubicaron en las sillas rojas y sus cartelitos decía Huanguelen, le siguieron los municipales y se sentaron en las sillas amarillas, después hablando bajito entraron los empleados de la ex G.A.T.I.C , con paso mas firmes se ubicaron en las sillas verdes los productores y en las sillas negra se sentaron los ciudadanos que se ve que no se identificaban con los otros. Luego de trajes y rodeando a las sillas se fueron ubicando según sus cartelitos los políticos. Y yo ahí estaba, enfrente de ese espacio lleno de personas que se miraban con recelo y desconfianza. Estaba perpleja hasta que una persona de Huanguelen se paro y me pidió la palabra. Se la concedo, mira a todos y les pregunta: -¿Ustedes donde estaban cuando nosotros pedíamos la autonomía o nos resistíamos a morir como pueblo? Automáticamente se paro un empleado de la ex Gatic y pidió la palabra: -Huanguelen o ustedes ¿donde estaban cuando nos manoseaba la empresa y nos dejaban sin trabajo? De una de las sillas amarillas me piden la palabra. -Huanguelen, Gatic o aquellos, ¿Dónde estaban cuando por primera vez salimos a reclamar por medio de un paro una deuda que la intendencia tenía con nosotros? -Señores, señores, no se sienten-dijo un productor-¿Dónde estaban ustedes cuando nosotros reclamamos? ¿Donde? -¡Ha, no! Señores, grito del fondo un ciudadano-¿Dónde estaban cuando frente a su reclamos nos molestaba a nosotros que no queremos participar? O ustedes-señala a los de traje- ¿Dónde estaban cuando ellos reclamaban y nosotros pedíamos solución? Y antes que se desmadrara todo, intente interferir mientras mi pedido de silencio se fue mezclando con el llanto de un niño. Todos nos callamos y el niño llorando se fue abriendo camino, traía abrazada una bandera argentina muy apretada contra su pecho. Me miro, con grandes lagrimones rodando por sus mejillas me dijo: -Señora les puede preguntar a ellos ¿Dónde estaban cuando paso esto?-Sacudió la bandera y cayeron al piso trozos de un mapa de la República Argentina. El giro y los miro a todos, provocando un sentimiento de culpa, nadie podía responder ni siquiera yo. Los que se habían parado caminaron hacia el pequeño, se olvidaron de donde venían y se arrodillaron frente a él y le pidieron perdón por haber sido tan egoístas dejando de lado al futuro. Le prometieron que se iban a escuchar y ayudar frente a los reclamos porque lo UNICO importante desde ese momento era que el futuro no llorara. Antes de despertar, habían quedado todos sentados en el piso y alcanzando los trocitos para reamar la república y como siempre los políticos solo miraban. Conclusión: El municipio, la provincia y el País lo construimos entre todos, los políticos deben representar a todos los sectores y no solo al poder porque el futuro depende del trabajo de todos. Cuento Corto “Un sueño, la República Argentina”, Rosana Silvera