6 de noviembre de 2007

Nota realizada por el Diario Nuevo Dia de Coronel Suarez

Proyecto Ñañakay (Hermandad entre mujeres) Rosana Silvera pretende que en Curumalán la gente revalorice su terruño A través de una ONG propugnará el trabajo cooperativo de las mujeres de la localidad, que son las que llevan sobre sus hombres el peso del trabajo que allí se hace. Mañana habrá una reunión con vecinos Curá Malal, Curumalan o Cura Malan es el nombre de la localidad que se ubica a escasos 18 kilómetros de Coronel Suárez, nacida al influjo colonizador del ferrocarril pero que con el transcurso del tiempo, fue perdiendo sus habitantes atraídos por las luces, el asfalto y las mejores posibilidades, fundamentalmente laborales, de poblaciones más grandes y progresistas. Aquellos que se fueron sin duda han encontrado su rumbo, pero sus actuales 120 habitantes necesitan más estímulos que las que brinda el sentido de pertenencia, para arraigarse más a ese pequeño corral de piedra, tal el significado de la voz quechua que le da el nombre. Rosana Silvera es una de aquellas personas que debió irse del pueblo, pero que nunca dejó de pertenecer y a pesar de encontrarse viviendo lejos de su patria chica, nunca dejó de ser de allí, tal como lo prueba su enconada oposición a crear un basurero en sus proximidades, con el argumento de conservar la limpieza. Rosana Silvera aspira a mejorar la calidad de vida de su terruño para lo cual ha elaborado un proyecto que comienza a llevar adelante Proyecto Ahora ha elaborado un proyecto que denomina Ñañakay (hermandad entre mujeres) con el cual pretende darle nuevos impulsos y posibilidades de desarrollo a quienes allí viven, para lo cual convoca a una reunión a realizarse el viernes a las 17:30 para comenzar a transitar el camino. “El proyecto hace dos años que lo tengo y si no lo había puesto en marcha antes, es porque me hacían falta algunas herramientas para animarme”, le relató a Nuevo Día. “Si bien es un riesgo juntar a las mujeres” aseguró, “tiene que ser así. Porque en las comunidades rurales se ha formado una suerte de matriarcado. Vale como ejemplo decir que la presidente de la Cooperadora de la escuela es una mujer, que la Delegación Municipal tiene una mujer al frente, la Cooperadora del Jardín también es encabezada por una mujer. Viendo eso consideré que es necesario trabajar con las mujeres. Además me pareció lo mejor comenzar a trabajar en Curumalán”, expresó. Porque es el lugar de donde soy y que conozco. La idea es fomentar el cooperativismo, darle las herramientas, el conocimiento y la manera de lograr que el producto sirva para lograr ingresos”, indicó. Enseñar a solucionar problemas “No es solo darles una máquina, como ha hecho el COPRODESU. Se trata de enseñarles a diseñar, a administrarse y como vender. Que sean autosuficientes e independientes. Por ello con la gente de La Plata, con la que estoy trabajando y que pertenecen al Movimiento Unido Popular pretendemos ayudarlas en todo esto. En la actualidad hay tres mujeres que están produciendo con máquinas, pero ellas solas no pueden hacer todo, de manera que la idea es que se incorpore más gente y que trabajen en forma cooperativa y que toda la comunidad se vea beneficiada por ese trabajo y además que sea coordinado entre todos”, explicó. “Nosotros no queremos venir con todo solucionado”, apuntó Silvera más adelante. Queremos que ellas aprendan a solucionar sus problemas, porque son ellas las que trabajan todo el día”. “Una de las ideas es crear en Curumalan una escuela de artesanos, atendiendo a que considero que no es un proyecto tan alocado y más teniendo en cuenta que en la provincia de Buenos Aires hay una sola escuela de este tipo y está en Berazategui. Entonces una escuela de este tipo atraería a gente de la zona interesados en aprender artesanías, sin necesidad de trasladarse a grandes distancias”. Para llevar adelante sus ideas Silvera logró el padrinazgo de la Escuela de Artesanos de Berazategui, además del Movimiento de Unidad Popular los que consideraron lo suyo como muy factible. Sustento legal El proyecto Ñañakay estará incluido en una ONG (Organización No Gubernamental) para lo cual la Rosana Silvera a puesto las cosas en manos de un abogado que está trabajando para darle el marco legal. “¿Por qué seguir enterrándolo?”, preguntó Silvera. Protejamos a la gente que está allí, enseñémosle lo que vale vivir en un pueblo, cuestión que yo tengo muy claro porque vivo en una gran ciudad. Los problemas de pequeñas poblaciones son mucho más fáciles de solucionar de lo que la gente cree. No somos tenidos en cuenta, Curumalán nunca tuvo un representante en el Consejo Deliberante. Tenemos gente que son naturalmente líderes, pero que quedan en el camino sin posibilidades, entonces tenemos que lograr que se hagan respetar. El desarrollo debe hacerse poco a poco. No vengo con soluciones ni a imponer nada. Simplemente soy consciente que los problemas pueden ser solucionados desde el mismo pueblo. La mayoría debe trabajar fuera del pueblo, por lo que sería importante que trabajen en comunidad, que las divisiones que existen hoy entre los habitantes queden de lado. Parece mentira que 120 personas tengan diferencias que los separen”. “Es por eso que pretendemos venir con herramientas, si hay algún micro emprendimiento, queremos conseguir el dinero y que deban devolver en cuotas accesibles. Queremos que todos se incluyan en el programa, aunque no trabajen directamente, pero si que entiendan que lo que se haga sea en beneficio de todos. Es darle una mano a la comunidad”. Mejoras El proyecto que pretende llevar adelante la mujer, contempla muchas otras cosas, que van aparejadas de una mejor calidad de vida. Señaló que si bien todos tienen casas, muchas de ellas tienen serios problemas, algunas tienen piso de tierra y la mayoría tienen muchos años de construidas. También apuntó que el problema de salud hay que atenderlo, eliminar los focos de contaminación, como podría haber sido el basurero que se pretendía instalar a pocos metros de la localidad. También apuntó que no puede haber criaderos de cerdos dentro del ejido urbano, porque son altamente nocivos para la salud. Sin dudas lo de Rosana Silvera parte desde el profundo cariño que siente por sus raíces y por ese espíritu indómito que lleva en su sangre, producto de la sabiduría de que hacen gala los ambientes gauchescos de donde abrevó y de la inmigración europea de donde provienen algunos de sus antepasados. Restará ahora hacer entender su mensaje, el apoyo de su gente, la ayuda de las autoridades y echar a andar. 26/07/07